Para considerarse una ciudad hay que tener en cuenta varios aspectos:
- Su tamaño: una ciudad siempre tiene más habitantes que una aldea o pueblo.
- la densidad de población y de edificación:en una ciudad ambos son superiores que en un pueblo.
- Las actividades económicas de la población: trabajan mayoritariamente en los servicios como: comercio, hostelería, sanidad, banca, comunicaciones...
- El paisaje: los edificios son más altos y se encuentran más próximos, las viviendas multifamiliares, el tráfico, amplias avenidas, zonas verdes artificiales y numerosos servicios públicos y locales para el ocio.
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